domingo, 9 de octubre de 2011

EN PRIMERA FILA " LA CAIDA DE UNA PRECANDIDATURA "

 En primera fila
                         ¡La caída de una precandidatura!
                                                                    Por Luis A. CABAÑAS BASULTO
            Tal y como se adivinara con suficiente anticipación que sería precandidato, candidato y luego presidente municipal de Othón P. Blanco, hoy, aunque faltan algunos meses para el “destape” de los abanderados del Partido Revolucionario Institucional para las elecciones del próximo año, en el que se renovarán el Congreso de la Unión y la Presidencia de la República, también se asegura que se le ha caído la eventual candidatura a la diputación federal.
Sin ser adivino, ya supo Usted que nos referimos al actual secretario de Planeación y Desarrollo Rural, Andrés Ruiz Morcillo, quien dejó en ruinas las arcas de la Comuna capitalina, con una sospechosa “herencia” contra la que nada ha podido hacer su sucesor, Carlos Mario Villanueva Tenorio, quien ha tenido que cargar con culpas ajenas que hoy le endilgan desconocedores de política y administración.
            Al reciente destape público sobre garrafales y sospechosas irregularidades en el contrato de la anterior administración para la adquisición de 25 mil lámparas “Leds” se suman no menos sospechosas anomalías en la aparición de gasolineras que inundan toda la ciudad y sobre las cuales nada se ha podido hacer, amén de un sobreendeudamiento que provocó que las firmas calificadoras incluyeran a Othón P. Blanco entre los municipios no sujetos a ningún tipo de crédito.
            Por lo menos, esto último “la saltó” a medias Carlos Mario a través de un empréstito a Banobras que el Ayuntamiento paga mensualmente con el 75 por ciento de las participaciones del Fondo de Infraestructura Social Municipal, aunque tampoco le permite obra pública que, al menos hasta hoy, ha sido posible a través de recursos federales “bajados” a través de proyectos viables aprobados al Instituto Municipal de Planeación por el número de beneficiados, principalmente de las comunidades rurales.
            Sin embargo, guardadito por allá, garrafales yerros de la Dirección Jurídica del gobierno de Ruiz Morcillo mantienen postrada a una institución de suyo importante, como son los Bomberos que, con ocasión de celebrarse su Día el 22 de agosto último, demandaron a la Comuna equipo que debería sobrarle y que, por infantiles deficiencias legales de la administración anterior, provocaron que -asómbrese Usted- tampoco exista legalmente el tradicional Patronato que les gestiona apoyos.
            Pese a que, al menos en teoría, el presidente de este organismo es Orlando Cervera Maldonado, el Patronato no existe legalmente porque no está registrado conforme a Derecho, lo que también le ha impedido a éste gestionar apoyos internacionales para los tragahumos, entre ellos trajes, mangueras y carros-bomba que, en el caso de Estados Unidos, tenían una vida útil de tres años hasta antes de los sangrientos hechos del 11 de septiembre, aunque ahora sólo es de dos años, tras lo cual los donan a países que los requieran.
            Sin embargo, aunque Othón P. Blanco ha solicitado esos donativos a través de su Patronato, las autoridades extranjeras se han negado a entregarlos por existir yerros en su acta constitutiva. Ruiz Morcillo supo de ello, pero sólo quedó en buenas intenciones su corrección, por lo que Carlos Mario, quien apenas se enteró, ha encargado trabajarlo a través de la Dirección General de Asuntos Jurídicos, que certeramente encabeza Miguel Peyrefitte Ferreiro.
En el caso de la invasión de gasolineras ocurrió algo similar, ya que, tras las inconformidades por la que se estableció finalmente en la avenida Alvaro Obregón, a unos metros de palacio municipal y frente a otra estación de servicios, el Cabildo que encabezaba Ruiz Morcillo sesionó varias veces y manoseó un “Reglamento para el Establecimiento de Gasolineras y Estaciones de Servicio de Othón P. Blanco” que, finalmente, el 23 de febrero de 2010, se prorrogó su aprobación “hasta nuevo aviso, y envió a Comisiones a iniciativa de la regidora panista María Teresa Simón Triay.
Entre otros ordenamientos del Reglamento se incluía que el lugar donde se pretendieran ubicar debería estar a 200 metros de centros de concentración masiva como escuelas, hospitales, mercados, cines, teatros, estadios, auditorios y templos, y que la Comuna estaría facultada para suspender temporalmente sus actividades, clausurarlos y cancelarles las licencias “cuando sean peligrosos para la seguridad de vecinos, usuarios o ciudadanía”.
El caso nunca más volvió a abordarse, y aunque lo más interesados en la cancelación del permiso eran los maestros y padres de la primaria vecina del palacio municipal, se asegura que éstos lograron “negociar” con la Comuna la construcción de un domo y “los mariachis callaron” hasta que volvieron las manifestaciones durante el gobierno de Carlos Mario, ahora por la construcción de la gasolinera de la avenida Héroes con Sicilia.
Otra yerro monumental ocurrió el 22 de diciembre de 2009, cuando el Cabildo aprobó el Reglamento para el funcionamiento de establecimientos con servicio de Internet, junto con el cual también se aprobó modificar el Bando de Policía y Gobierno para considerar violación a la moral y buenas costumbres permitir, incitar o promover entre los menores el acceso a páginas de Internet con contenido erótico sexual, violento o que atente contra su sano desarrollo psicológico, moral y emocional.
Hoy que los cyber-“cafés” operan anárquicamente por toda la ciudad y han contagiado a las comunidades, nos preguntamos qué pasó con ese reglamento, del que ya abundaremos en su momento -al igual que con las gasolineras-, y resulta que ¡nunca entró en vigor porque se envió sin firmas para su publicación! ¿Será posible tantos “errores” y merecer una diputación federal? ¡No lo creemos! L.A.C.B., Chetumal, Q. Roo, 8 de octubre de 1011 luancaba2003@hotmail.com  

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