Jaque MateSergio Sarmiento“Vivimos en un país seguro: seguro te roban, seguro te violan, seguro te matan.”AnónimoSi el objetivo de la guerra contra el crimen organizado fuera gastar más dinero de los contribuyentes, el gobierno federal podría declarar ya la victoria. La exposición de motivos del proyecto de presupuesto de 2012 señala que en 2007 el gobierno de la república gastó 88,757.4 millones de pesos en justicia, seguridad pública y seguridad nacional. La cifra aumentó a 133,035.1 millones de pesos para 2011 y para el próximo 2012 el gobierno está pidiendo 147,270.5 millones de pesos. Esto quiere decir que si el Congreso aprueba la propuesta del gobierno, y éste gasta lo que el Congreso apruebe, México habrá tenido un incremento de 65.9 por ciento real en su gasto de seguridad entre 2007 y 2012. Es, hasta donde he podido encontrar, el aumento más importante en el gasto público de este sexenio. El alza real, sin embargo, es mayor. En este período la mayor parte de los efectivos del Ejército y la Marina han sido colocados en labores policiales de combate al narcotráfico. Hoy tenemos a muchos más policías dedicados a estas actividades que hace apenas algunos años. Un porcentaje importante de dinero antes dedicado a seguridad nacional se desvió así a seguridad pública. Ésta es una de las razones, supongo, de que haya habido más detenciones de grandes capos del narcotráfico. Este aumento del gasto, sin embargo, ha coincidido con un período de fuerte aumento en la criminalidad en nuestro país. Tan solo entre 2007 y 2010, según el INEGI, casi se triplicó el número de homicidios dolosos al pasar de 8,867 a 24,374 al año. No hay todavía una cifra para 2011, pero el incremento acumulado entre 2007 y 2010 es muy preocupante. Algo malo hay en un país que gasta cada vez más en seguridad, pero que vive en una inseguridad que crece a un paso todavía más rápido. Se nos dice que el aumento del crimen es consecuencia directa del tráfico de drogas. Narcotráfico, sin embargo, ha existido en México desde hace décadas; a pesar de ello, entre los años noventa y hasta el 2006 hubo una tendencia descendente en el número de homicidios. El incremento en los homicidios empieza a partir de 2007. Los indicadores disponibles tanto en México como en Estados Unidos señalan que el consumo de drogas se ha mantenido estable o ha aumentado. De los precios de las materias primas, por otra parte, los únicos que no se han elevado en estos últimos años son los de las drogas, lo cual señala que la oferta sigue creciendo para cubrir la demanda. El nuevo factor que se ha registrado en estos últimos años en la situación de seguridad es el entusiasmo con que el gobierno ha emprendido la lucha contra el narcotráfico. Es a partir de 2007, el primer año de gobierno del presidente Felipe Calderón, cuando empezamos a ver un aumento en los recursos de la lucha contra el crimen organizado y una incorporación abierta de las fuerzas armadas en el esfuerzo. El momento coincide con el incremento en el número de homicidios dolosos. Hay quien dice que el aumento en el número de muertos es indicativo de que el gobierno está por fin teniendo éxito en la lucha contra el narcotráfico. Por primera vez las autoridades están pegándoles a los narcotraficantes donde les duele y esto ha incrementado las luchas internas entre los delincuentes. Quizá. Pero para los ciudadanos comunes y corrientes, aquellos que no tenemos camionetas blindadas ni escoltas como los políticos, es cuando menos decepcionante saber que el mayor gasto gubernamental no ha dado como resultado un menor flujo de drogas o una mayor seguridad, sino sólo un incremento en el número de homicidios en el país. DALAI LAMAEl mensaje de paz y tolerancia del dalai lama es siempre bienvenido. Pocas cosas le hacen tanto daño al régimen chino que la persecución contra el dirigente de los budistas tibetanos. China es un ejemplo de país que ha podido reducir de manera dramática la pobreza entre sus ciudadanos. Pero la falta de libertades políticas se vuelve evidente en su trato al pueblo tibetano. 
lunes, 12 de septiembre de 2011
"VIVIMOS EN UN PAIS SEGURO" SEGURO TE ROBAN, SEGURO TE VIOLAN, SEGURO TE MATAN, SERGIO SARMIENTO
Jaque MateSergio Sarmiento“Vivimos en un país seguro: seguro te roban, seguro te violan, seguro te matan.”AnónimoSi el objetivo de la guerra contra el crimen organizado fuera gastar más dinero de los contribuyentes, el gobierno federal podría declarar ya la victoria. La exposición de motivos del proyecto de presupuesto de 2012 señala que en 2007 el gobierno de la república gastó 88,757.4 millones de pesos en justicia, seguridad pública y seguridad nacional. La cifra aumentó a 133,035.1 millones de pesos para 2011 y para el próximo 2012 el gobierno está pidiendo 147,270.5 millones de pesos. Esto quiere decir que si el Congreso aprueba la propuesta del gobierno, y éste gasta lo que el Congreso apruebe, México habrá tenido un incremento de 65.9 por ciento real en su gasto de seguridad entre 2007 y 2012. Es, hasta donde he podido encontrar, el aumento más importante en el gasto público de este sexenio. El alza real, sin embargo, es mayor. En este período la mayor parte de los efectivos del Ejército y la Marina han sido colocados en labores policiales de combate al narcotráfico. Hoy tenemos a muchos más policías dedicados a estas actividades que hace apenas algunos años. Un porcentaje importante de dinero antes dedicado a seguridad nacional se desvió así a seguridad pública. Ésta es una de las razones, supongo, de que haya habido más detenciones de grandes capos del narcotráfico. Este aumento del gasto, sin embargo, ha coincidido con un período de fuerte aumento en la criminalidad en nuestro país. Tan solo entre 2007 y 2010, según el INEGI, casi se triplicó el número de homicidios dolosos al pasar de 8,867 a 24,374 al año. No hay todavía una cifra para 2011, pero el incremento acumulado entre 2007 y 2010 es muy preocupante. Algo malo hay en un país que gasta cada vez más en seguridad, pero que vive en una inseguridad que crece a un paso todavía más rápido. Se nos dice que el aumento del crimen es consecuencia directa del tráfico de drogas. Narcotráfico, sin embargo, ha existido en México desde hace décadas; a pesar de ello, entre los años noventa y hasta el 2006 hubo una tendencia descendente en el número de homicidios. El incremento en los homicidios empieza a partir de 2007. Los indicadores disponibles tanto en México como en Estados Unidos señalan que el consumo de drogas se ha mantenido estable o ha aumentado. De los precios de las materias primas, por otra parte, los únicos que no se han elevado en estos últimos años son los de las drogas, lo cual señala que la oferta sigue creciendo para cubrir la demanda. El nuevo factor que se ha registrado en estos últimos años en la situación de seguridad es el entusiasmo con que el gobierno ha emprendido la lucha contra el narcotráfico. Es a partir de 2007, el primer año de gobierno del presidente Felipe Calderón, cuando empezamos a ver un aumento en los recursos de la lucha contra el crimen organizado y una incorporación abierta de las fuerzas armadas en el esfuerzo. El momento coincide con el incremento en el número de homicidios dolosos. Hay quien dice que el aumento en el número de muertos es indicativo de que el gobierno está por fin teniendo éxito en la lucha contra el narcotráfico. Por primera vez las autoridades están pegándoles a los narcotraficantes donde les duele y esto ha incrementado las luchas internas entre los delincuentes. Quizá. Pero para los ciudadanos comunes y corrientes, aquellos que no tenemos camionetas blindadas ni escoltas como los políticos, es cuando menos decepcionante saber que el mayor gasto gubernamental no ha dado como resultado un menor flujo de drogas o una mayor seguridad, sino sólo un incremento en el número de homicidios en el país. DALAI LAMAEl mensaje de paz y tolerancia del dalai lama es siempre bienvenido. Pocas cosas le hacen tanto daño al régimen chino que la persecución contra el dirigente de los budistas tibetanos. China es un ejemplo de país que ha podido reducir de manera dramática la pobreza entre sus ciudadanos. Pero la falta de libertades políticas se vuelve evidente en su trato al pueblo tibetano.