miércoles, 5 de octubre de 2011

UN DESQUICIADO ANIMAL HUMANO LE ROMPIO SU CABEZITA A BIBERONAZOS A SU HIJA DE UN MES DE NACIDA


MÉRIDA, Yuc.- El criador de cerdos Rufino Mex Pacheco fue arraigado ayer por haber golpeado con un biberón lleno de leche a su hija de un mes de nacida, a la cual, de paso, le "curó" las lesiones con jugo de limón.

El sujeto fue trasladado al Juzgado Séptimo Penal, donde el juez Jorge Andrés Vázquez Juan ordenó que se le arraigue por 30 días mientras se integra adecuadamente el expediente en su contra por el delito de tentativa de homicidio calificado.

Esta historia empezó a escribirse hace más de dos años en Tahdizibichén, Yaxcabá, donde Rufino, que en ese entonces contaba con 25 años, empezó a enamorar a María de Jesús Montejo Ciau, quien tenía 13 años.

El individuo tuvo que irse del pueblo, pues ahí ya nadie lo soportaba y prácticamente se "robó" a la adolescente.

Al principio todo estaba bien, pues vivían en el rancho porcícola "Acosta", situado a la altura del kilómetro 37+500 del Anillo Periférico, en la colonia San Juan Bautista de Mérida, donde Rufino atendía a los puercos.

Sin embargo, la menor se embarazó y durante ese tiempo el sujeto cambió radicalmente su conducta, tornándose violento y afecto a consumir todo tipo de drogas.

En un arranque de celos, pues pensaba que la joven lo engañaba con otro hombre, la golpeó estando embarazada y le ocasionó que se adelantara el parto.

Alrededor de las 9 de la mañana del pasado domingo, la niña, que aún no ha sido registrada, empezó a llorar porque tenía cólico y su joven progenitora no supo qué hacer, mientras que el tipo exigía que la callara, porque de lo contrario las iba a matar, indicando que la menor estaba "fingiendo".

La madre le dio un biberón a la bebé y fue a lavar ropa, pero no logró que su hijita dejara de llorar.

Poco después escuchó que la niña pegaba de gritos y el tipo exclamaba que se callara en medio de una serie de insultos y amenazas contra la pequeñita.

Inmediatamente la mujer fue a ver lo que pasaba y vio a su hija bañada en sangre en la cabeza y los bracitos, y al desalmado padre con el biberón en la mano.

Le arrebató a la niña y le pidió que las llevara a un hospital, porque veía a su hija muy mal, a lo que el ahora arraigado le contestó que no, porque ahí la policía iba a preguntar lo que le había sucedido y lo iban a detener.

Para "calmar las cosas", cortó un limón y se lo untó en las heridas a la bebé. Sobra decir lo que ocurrió.

La joven madre llevó a su bebé al fondo del terreno; ahí esperó a que su marido fuera a darle de comer a los puercos y salió en busca de unos familiares del sujeto, que al ver la gravedad de lo sucedido las llevaron al Hospital O'Horán, donde la mujer les dijo a las autoridades lo que le había pasado a la niña.

El tipo, que actualmente tiene 28 años, dijo que el martes fue su cumpleaños, estuvo en desacuerdo con el arraigo y se negó a firmar el acta.

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